jueves, 2 de abril de 2009

INTRODUCCIÓN


La Historia de la Medicina es la disciplina que estudia la evolución de los conocimientos y procedimientos médicos a lo largo del tiempo. Una buena manera de iniciar el estudio de la Historia de la Medicina sería exponiendo el concepto de medicina:

“La medicina es la ciencia dedicada al estudio de la vida, la salud, las enfermedades y la muerte del ser humano, e implica el arte de ejercer tal conocimiento técnico para el mantenimiento y recuperación de la salud, aplicándolo al diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades.”
(wikipedia.org/Medicina)

El ser humano, desde los inicios de su existencia, se ha visto obligado a enfrentarse con acontecimientos trascendentales para su existencia, como la muerte y la enfermedad. Poco a poco, la raza humana fue dándose cuenta de que avanzar en el conocimiento de dichos acontecimientos era imprescindible para su supervivencia y calidad de vida.De la misma manera, las primeras civilizaciones y culturas humanas basaron su práctica médica en una medicina mágico-religiosa, que recurrió a los dioses para intentar comprender lo inexplicable. También se practicaba el uso homeopático de algunas hierbas con propiedades medicinales. Sólo algunas sociedades desarrollaron ocupaciones o profesiones especializadas en esta materia.Una manera de abordar los orígenes de la medicina es estudiando una serie de lugares comunes que compartían los pueblos primitivos a la hora de interpretar los orígenes de la enfermedad, que serán la base de la práctica médica de la Antigüedad, ajena a los conocimientos sobre patología y microbiología que poseemos en la actualidad.
Las culturas antiguas se basaban en la mitología y atribuían una causa mágico-divina a sucesos más allá de su comprensión como los fenómenos atmosféricos, el origen del mundo, las estaciones...etc. Era común atribuir la causa de las enfermedades al castigo de una deidad, casi siempre por violación de un tabú o causadas por males de ojo o también a la posesión de un espíritu. De la misma manera, las primeras civilizaciones y culturas humanas basaron su práctica médica en una medicina mágico-religiosa, tanto el diagnóstico como el tratamiento de las enfermedades se realizaba a través de ritos mágico-religiosos, que eran llevados a cabo por sacerdotes, brujos o chamanes y que solían consistir en un compendio de rezos, penitencias, ofrendas o sacrificios.
“Aún las lesiones traumáticas, como las heridas de guerra así como las complicaciones del embarazo o hasta la mordedura por animales como el jaguar o la víbora, cuyas causas son bien aparentes, para el hombre primitivo están llenas de elementos mágicos o sobrenaturales”.(La Medicina de los pueblos primitivos. Ruy Pérez Tamayo)
Este concepto mágico-religioso de la medicina, con sus variaciones propias, estaba extendido entre civilizaciones como la mesopotámica o la egipcia.Aunque estos procedimientos puedan parecer de dudosa utilidad, su eficacia no era nula, y se basaba, principalmente en el efecto psicológico-sugestivo positivo para el paciente de la confianza en su curación y en el tratamiento seguido, así como el estar rodeado de un entorno con las mismas creencias.Sin embargo, aunque el avance tecnológico del que gozamos hoy día nos ha permitido desligarnos de esta concepción sobrenatural de la enfermedad, no significa que estas ideas y prácticas médicas sean sólo cosa del pasado. Persiste hasta hoy en muchas culturas de distintas partes del mundo, como han podido constatar muchos antropólogos, e incluso en los lugares con acceso al avance científico siguen siendo demandados por ciertos sectores los servicios de curanderos con tratamientos para toda clase de enfermedades.

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